Pie Diabético

Se trata de una complicación frecuente de la diabetes producto de afección vascular, arteriopatía, que lleva a la obstrucción de las arterias que llevan normalmente a la sangre y el oxígeno a los pies, de la afección de los nervios de los pies y de las piernas (neuropatía).

Cuando la Diabetes lesiona nervios, se pierde la sensibilidad en los pies, no se percibe el frío, el calor ni el dolor. Por tal motivo, una persona diabética puede lesionarse y no darse cuenta.

La arteriopatía a veces presenta dolor en las pantorrillas al caminar o manifestarse más intensamente cuando el ejercicio es más intenso.

La piel de la persona que lo padece se vuelve frágil, fina, con pérdida del vello y las uñas se tornan gruesas y quebradizas.

La sensibilidad de los pies se puede comparar mediante la sensibilidad de las manos.

Además del control adecuado de la glucemia, la prevención del pie diabético requiere de un adecuado cuidado de los pies consistente en:

- Secar los pies correctamente en los espacios que existen entre los dedos.
- Cambiar las medias todos los días.
- Usar zapatos amplios y cómodos.
- Revisar periódicamente el interior del calzado.
- Usar limas y piedra pómez para uñas y callosidades.
- No utilizar elementos cortantes como tijeras o alicates.
- No caminar descalzo.
- No exponerse al calor de la estufa, almohadilla, bolsa.
- Las callosidades deben ser tratadas por personas competentes, cuidadosas de la antisepsia.
- Usar gradualmente el calzado nuevo (1 hora diaria al principio).
- No aplicar irritantes a los pies, tales como tintura de yodo, ácido fénico y los preparados comerciales para extirpar callos y juanetes.

En caso de lastimarse los pies:

Lavar la herida con agua y jabón neutro, desinfectarla y cubrirla con una venda, no adhiera directamente la cinta en la piel sino sobre la venda, consulte a su médico a la brevedad.